Expirado
Empresas

Deberían favorecer la inclusión social y el bien común.

Nota en la revista Noticias:

En tiempos en los que se cuestionan maniobras financieras dudosas, sobre todo con criptomonedas, es bueno destacar los resultados de un certamen para jóvenes sobre ética en las finanzas, del cual soy jurado, y que el Foro Ecuménico Social auspició y difundió desde sus inicios.

Tres son los ganadores del Capítulo Iberoamericano del premio Ethics & Trust in Finance for a Sustainable Future, certamen que a nivel global organiza el Observatorio de las Finanzas de Suiza. Son Javier Joan Hernández del Ángel, Roberto Jaime Cuautle-Jiménez y Jennifer Casco Cortes.

En la reunión de entrega de los galardones participaron especialistas que analizaron este conflictivo tema. Uno de ellos, Matthias Nebel, destacó que las finanzas no son un fin en sí mismo, y que deben abonar al bien común, porque si no lo hacen empujan a la desintegración social.

Más contundente fue Simona Beretta (Universidad Católica del Sacro Cuore, de Milán) quien sostuvo que el Estado y el mercado no son los únicos sistemas que interactúan en las economías, y que hay que enfocarse en los agentes reales, que son los que toman las decisiones. Esto implica, subrayó, que la economía y las finanzas se desarrollan dentro de un sistema asimétrico, donde los pobres y los excluidos no tienen voces y los beneficios van dirigidos hacia las personas que explotan esta asimetría, y no conducen al bien común. Es una excelente investigadora que conocí cuando intervino en un seminario que organicé hace varios años en el Vaticano.

Mientras que José Alfredo Toxqui (Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, Méjico) propuso estructuras organizacionales más sólidas en donde el gobierno corporativo y la alta dirección definan la ética que impulsan, fortaleciendo la capacidad institucional para mitigar fraudes.

Este certamen es un valioso aporte para afianzar conceptos que hoy no están de moda, pero que son claves para un desarrollo humano integral.

Como jurado pude leer interesantes estudios de jóvenes sobre las implicaciones éticas de la inteligencia artificial en las fintechs, sobre la necesidad de mitigar riesgos como el sesgo algorítmico y la falta de transparencia, fomentar la confianza del consumidor y garantizar una inclusión financiera equitativa, con una regulación más efectiva, asegurando que los beneficios de la inteligencia artificial se distribuyan de manera justa entre todos.

Otro trabajo  que examiné propone invertir en fondos éticos que contribuyan al bien común, que puedan ser usados como una herramienta para el desarrollo integral, no solo para generar riquezas, apoyados en la Doctrina Social de la Iglesia Católica.

Por ahora parecen ser una expresión de deseos, lejos de la realidad. El economista Stefano Zamagni, presidente de la Academia de Ciencias Sociales del Vaticano, en seminarios de nuestro Foro advirtió que las transacciones financieras se cuadruplicaron en el PIB mundial, pasando a ser auto-referenciales, es decir, un fin en sí mismo. Advirtió que el enriquecimiento en la esfera financiera no se debe a la capacidad superior de las personas o al hecho de que hayan inventado algo extraordinariamente innovador, sino a que tuvieron suerte, o no tuvieron escrúpulos morales y así obtuvieron enormes excedentes.

El piensa que el nuevo Papa es muy eficaz y culto, que hará bien su misión, de manera que particularmente para los cristianos podría quedar la esperanza, que en el dicho popular, es lo último que se pierde.

Fernando Flores Maio

Sociólogo, periodista, escritor, director del Foro Ecuménico Social.